1 de enero de 1900, nace el sindicalismo en Republica Dominicana con la Liga de Obreros y Artesanos

“¡El obrero y sólo el obrero es el llamado a este combate,
pues nada, absolutamente nada harán por su redención
ni el Estado, ni la sociedad, ni nadie!”

El diario “El Nuevo Réjimen” de la época se hizo eco de la creación de La Liga de Artesanos y Obreros.

Con esta declaración de intenciones de profundo carácter libertario nace la primera organización obrera en la provincia de La Romana junto con el nuevo siglo.

Tras la caída de la dictadura de Ulises García Heraux (Lilís) se hace posible el nacimiento de las primeras organizaciones obreras, la primera de la que tenemos constancia es la “Liga de Obreros y Artesanos”.

Gestada su creación durante un mitín en noviembre de 1899, y tras una manifestación en diciembre de ese mismo año cuyo objetivo declarado fue “la redención del obrero” editan el 1 de enero de 1900 su primera publicación.

A continuación compartimos la transcripción íntegra de aquel texto:

Llamamiento que hace el “Centro Propagador” de la Liga de Obreros y Artesanos a la clase obrera de la República

Obreros y Artesanos:

Es tiempo ya de renunciar a los nefandos perjuicios de la tradición y a la criminal indiferencia cívica en que vivimos; ha llegado ya el momento de unirnos en legión de convencidos y tomar con abnegación de mártires y resolución de salvadores la indispensable parte defensiva que nos toca en la formidable aunque sorda lucha de clases que tanto nos abate y tanto obstaculiza la emancipación humana!

El sistema de producción económico actual, el acaparamiento individual y fortuito de las fuentes de producción y la industria mayor que originan millares de jornaleros, degradan y aniquilan al obrero en vez de emanciparlo; y en vez de moralizar las instituciones falaxinente llamadas democráticas, vician perniciosamente con repugnantes convencionalismos la educación de nuestras generaciones desgraciadas.

El proletariado ha sido y es todavía un instrumento que manejan los protegidos de la suerte para acumular riquezas y conseguir capital; el jornalero es una maquina viviente comprada al más bajo precio para producir fabulosas riquezas: el obrero un desheredado de la tierra, un infortunado de la instrucción, un degradado social, un sustituto miserable del siervo y del esclavo de ayer….

Es un desgraciado a quien obliga la infame coordinación social imperante a cambiar el capital precioso de su actividad y de su vida, por las migajas de pan que le racione el potentado burgués.

El preeminente influjo que en el desarrollo de la perfectibilidad humana tenemos los obreros y artesanos resulta inexplicable ante los espíritus mediocres que son los más, y muy por el contrario se nos conceptúa por mero capricho de los demócratas demofobos, como a seres de inferioridad social y moral, incapaces de asimilar doctrinas refractarias a la educación y a la instrucción y rehacios hasta para la libertad misma.

Todo, en el actual mecanismo de las sociedades contemporáneas, se urde sentenciosamente contra los obreros, contra nosotros.

Para nosotros, las fatigas, los perennes martirios, la obscuridad intelectual, el desprecio de la Sociedad, el látigo de los políticos y los infortunios del Estado.

Por un cúmulo de deberes que se nos exige, como impuestos morales, sólo nos garantiza la Sociedad, como al antiguo esclavo un día de libertad, un solo y único derecho de vida, el Salario, ese estupendo sarcasmo que la explotación del hombre por el hombre lanza a la faz de la civilización como anatema fulminante contra la democracia criminal.

Toda esa democracia, todo ese régimen político y toda esa libertad mentira, que ostenta la humanidad ciega, es únicamente el bello ropaje de un feudalismo nuevo y de una barbarie moderna estremecida sobriamente cuando de la regeneración de los obreros se trate.

Y puesto que el corazón y la inteligencia está aún al servicio del capital; puesto que hablar de la redención del obrero es locura cuando no crimen; puesto que los liberales de hoy sostienen clases explotadas y explotantes; clases oprimidas y dominantes, capitalistas y jornaleros; puesto que nuestra organización moral exige a un hombre que le regale su salud, su vida y el porvenir de su familia a otro hombre que debe gozar mucho y trabajar poco; puesto que unos deben vegetar y gemir en la miseria, y otros ostentar lujo y malgastar alimentos, justo es que la iniciativa individual arme al obrero y clave la bandera roja del radicalismo honrado imponiendo con la energía de una discreción infalible el ideal económico por encima de todos los ideales políticos.

El obrero y sólo el obrero es el llamado a este combate, pues nada, absolutamente nada harán por su redención ni el Estado, ni la sociedad, ni nadie!

Y es por eso que hoy alzamos nuestra voz de redención, nuestro juramento de concordia obrera y nuestra protesta contra la infame burguesía que nos oprime; y es por esto por qué paseamos por toda la República nuestro redentor saludo, y nuestra desinteresada demanda de apoyo y de ayuda.

¡Obreros y artesanos de toda la República, nacionales y extranjeros! Arriba! Hacia el triunfo de la igualdad; hacia la fraternidad social! Hacia el triunfo del obrero! Unámonos y hagamos de nuestros dolores y de nuestra desesperación un solo dolor y una sola protesta.

Unámonos todos y en todo el territorio bajo una sola promesa, bajo el solemne JURAMENTO DE REDIMIR EL OBRERO.

¡Que nuestra única política sea la sustentación de nuestro ideal económico, y nuestra única ambición, el mejoramiento colectivo del obrero!…

Dediquemos nuestra poderosa actividad al MEJORAMIENTO GRADUAL Y RELATIVO DE LA CLASE OBRERA, DEMOCRATIZANDO LOS MEDIOS DE PRODUCCION, HASTA LLEGAR EN EL MAÑANA A UNA BASE SOCIALISTA.

¡Nuestra misión como entidad social, en las luchas de la sociedad, será el enérgico combate de las tradiciones y de las convenciones de la BURGUESÍA dominante.

A combatir ese enemigo común nos entregaremos, y SOLO NOS DISTRAERÁN LAS CATASTROFES POLÍTICAS DE LA SOCIEDAD PARA PROVECHO Y SUSTENTACION DE NUESTRO IDEAL ECONÓMICO.

Obreros y Artesanos:
Unión y solo unión necesitamos para el triunfo: en la unión nos moralizaremos, nos instruiremos y nos educaremos mal que le pese a ese elemento diligente cuellierguido que nos desprecia en el triunfo y nos implora en las crisis…

Moralizados y realmente unidos los obreros y artesanos, los de aquí, los de allá y los de más allá, levantaremos el mundo, suprimiremos fronteras y emanciparemos la humanidad!

A la obra pues obreros y artesanos! A fraternizar nuestros deseos en una aspiración común! Que el mañana nos sonríe y que a la solidaridad interfederal de las Ligas obreras provinciales o comunales, suceda, una advenimiento de altruismo social de salvación económica y de redención obrera!…

Por ella y para ella Obreros y Artesanos arriba! Siempre arriba!

Santo Domingo, Enero 1 de 1900.

El Centro Propagador:
Manuel M. Velez, J. D. Alfonseca hijo, G. G. Concha, J. R. Vicioso Reyes,Teodoro Martínez, Miguel Veloz Eugenio M. Llaverías, Clemente Jones, Adolfo C. Obregón, Alejandro Lendesbol, Rafael Amiama, José A. Saldaña, Marcelino Guerrero, Adan Reyes, Martín Tejeda, Ernesto Burgo, Florencio Santiago, Eliseo Mirabel, Manuel M. Mirabent, Polidor Bos Henríquez, Pedro Costo, Ángel Perdomo.

Adeptos:

Carpinteros:
Luis Hernández, Emiliano Domínguez, Gabriel Salazar, Bobo Salazar, Félix A. Vidal, J. B. Núñez, José Velásquez, Pepe Salazar, José Paulino, Enrique Yanse, Adolfo Victoria, Juan de la C. Suazo, J. A. Morín, José del R. Morales, Pedro L. Bernal, José Binete, Enrique Pérez, Enrique Segura, Miguel A. Ballista, J. Elías Salazar, José Gros, Gabino Bay, Ramón Suncal, Eligio Letter, José Valverde, Santiago Hermon, José Brito, Manuel J. Báez, Tomás Antonio Hernández, Félix Lora, Rafael Ramírez, Miguel A. Castro, Miguel Celado, Miguel Espinal, Alfonso Curiel, Anastasio Cruzado, Jesús Ma. González, Juan Taverte, J. E. Marcano, Geo E. Hizgino, Antonio González, Carlos Ma. Troncoso, Francisco Cerón, Bernardo Vidal, Felipe Obando, Guillermo Bit, Francisco Nicolás Jaques, Félix Ma. Frías, Pedro B. Frank, Ceferino Guerrero, José G. Miert, Andrés Martínez Villegas, Eugenio A. Ladrillé, José Majica, José F. Pichardo, Agustín Reyes, Juan González, Matilde Miñoso, Máximo Simonó, Pablo Quezada, Clemente Yones, Rafael Sepúlveda, Juan Victorino, G. Varona, Félix Medrano, Eliseo Mirabel, Edmon D. Precopp, Carlos Pina, R. Sepúlveda, Justiniano Heredia, Eugenio Bernal, José Victoriano Biña, Siriaco Mariño, Alfonso Rion, Juan de Dios, Gastón Juan Pedro, Eugenio M. Llaverías.

Albañiles:
Armando Mena, Marcos de Castro, Alejandro Mañón, Santiago González, Eduardo Mena, Manuel Franco, R. Iñigue, José Ramírez, Joaquín Silva, Manuel Miniel, Julián Berlis, Sebastián Llepes, Juan Veloz, Iginio Ariza, Julián Berlis hijo, Andrés T. Domínguez, Jaime Yepe hijo, Teodoro Henríquez, Francisco Henríquez, José Maria Henríquez, José Rodríguez, Idelfonso Iñiguez, Francisco Jirón, Carlos M. Cavelón, Pedro de Castro, Olegario Veloz, Manuel la Puente, Pedro Laucer, Higinio Veloz, Salvador Otero padre, Sebrenio Brito, Manuel Fajardo, Nicolás Martínez, Pedro Oluencia.

Zapateros:
Luís Penson, Benigno Núñez, Cristóbal Pulido, enrique Apolito, Abelardo Lamutt, Angel Gatón, Teodoro Gorge, Ramón Penson, Felipe Contrera, Manuel Valentin, Pancho Apolito, Marcelino Henríquez, José Gatón Hernández, Pedro Bastardo, Juan Fco. Pereyra hijo, Oscar Ortiz, Alejandro Lustrino, Lorenzo González, Rafael Velásquez, Pedro Acosta, José Pérez, Bienvenido Rojas, Ramón Puezan, Eleuterio Meléndez, Gregorio Brito, José Ma. Castillo, Rogelio Bacó, Pablo Acevedo, Jesús Sánchez, Henry A. Neuman, Narciso Bueno, José Magdaleno, Pedro Julio Padilla, Juan de la C. Cro, Manuel Elpidio Pérez, Carlos M. Landerborg, Virgilio Urives, Eduardo Hilario, Gregorio García, Manuel de los Santos, Rafael A. Concha, Tomas Bruni, Enrique Villalón, José Deduto, L. M. Caminero, Luís Cepeda, Manuel Antonio Burgo, Federico Ramos, Emeterio Torre, Santiago P. Barina, Leon, N. Vaugieken, Alejandro Fanduiz, Gustavo G. Cocha, Julio de Peña, R. López, Teodor Sani, Francisco Janecson, José Rodríguez hijo, Antonio Torres, Jesús M. Guerrero, Marcelino Barrera, Liborio Rivera, Gerardo Piter, Pedro Yepes, R. A. Sepúlveda, Juan de los Reyes, Igenio Robarcao, Felipe Aguiar, Manuel Salazar, Alberto Güilamo, Tomás Mercedes, Francisco R. López, Pancho Senclo, Telesforo González, Manuel Sención, Juan M. Ballester, Marcos Gatón, Juan González (Sob.), M. de J. Ramírez, José Martínez, M. Heredio, Salvador Hernández.

Talabarteros:
Manuel Mirobent, Jose A. Saldaña, Antonio Cruz, Rafael Ramírez, Carlos Beniel, Joaquín Martínez, Felipe Irugo (criador), Feliciano Remón, Narciso Alonzo.

Tabaqueros y Cigarreros:
Gregorio Martínez, Andrés Pérez Bigo, Pedro Llenti, Arturo Urraca, José Maria Henríquez, José Clodomiro Alisa, Francisco Sánchez Sosa, Eduardo Moreno, José Otilio Salado, Eduardo Garcau, Gerardo Hernández, José Sánchez, Casimiro Félix, Félix Sánchez, Francisco Saviñón Gotos, Rafael Sánchez, Juan B. Moreno, José A. Patin, Emo Pagán, Manuel Carvajal, José D. Per, Leoncio Henríquez, Eustaquio Gos, José Martín Bobea, Manuel Borgeruan B. Nina, Juan González.

Panaderos:
Virgilio Acevedo, Gregorio Oller, Juan Oller, Alberto Acevedo, Severo Méndez, Tomás Lebrón, Wenceslao Sedeño, Juan Whatts, Ramón Carménate, Federico Vicioso, Francisco de la Cruz, Ramón Vargas, Juan Tejeda, Fermín Marty, Francisco Morales, Mauricio Brea, Augusto González, José Luna, Juan Pelaez, Nepomuseno Garay, José Monserrat, Ricardo Cruz, Alfonso Torres, Juan Hernández, Esteban Santana, Luís M. Ponserrate, Feliz M. Girón.

Sastres:
J. M. Hernández, Ant. M. Rondon, Aristir J. Homes, Mario Peguero, Mario Mendoza, Marquito Neiman, Juan José Hipolites, Felipe Pérez, Pablo Escalante, José Báez, Arturo Medina, Menandro Jones, Teodoro Berg, Maximiliano Cheroder, Julio R. Rodríguez, Ernesto Burgo, Pelegrín Andujar, Marcelo Pérez, Rogelio E, Burgo, Leopoldo de Peña, Martin Tejada, Pablo Escalante, Miguel A. Begazo, Virgilio Escalante, Jacinto Matos hijo, Eugenio Martínez hijo, Gregorio Martínez, Manuel Hernández Castro, Francisco Sosa, Lorenzo Veloz, Isaac Brum, Alvaro F. Felipe, Luís Veloz, Mariano González, Vicente Báez, Alejandro Martínez, Manuel J. Acevedo, Angel M. Valentín, Álvaro Hidalgo, M. de J. Espinal, M. de J. Guerrero, Ignacio Moreno, Rodolfo Laracuent, Ramón Larancuent, Estanislao, Salla, Luís Parahoy, Arquímedes Robert, Rafael Moscoso, Julio Suncart, Eliseo Guio, Herminio Rivera, Auro Michel, Bienvenido Falé, Manuel Hidalgo, Manuel Veloz, Pedro Guerrero, Joaquín Puesan.

Tipógrafos:
J. R. Viciosos Reyes, Tulio Cestero, Arnold Specht, Víctor Henríquez, Carlos Gruning, Buenaventura Ureña, José Ferrer y Ferrer, Saturnino Dones, Julio Gneco, Francisco Ureña, J. B. Gómez, Joaquín Reyes Castillo, Miguel Malespin, Clodomiro Espinal, Ramón Roldan, Esteban R. Suazo, Manuel Pérez, Florencio santiago, Narciso Feliz, Johan de Windt.

Carreteros:
Gerbasio Álvarez, José Jerbasio Martínez, Carlos M. Eneria, José J. Adamia, José López, Ramón Díaz, Ambrosio Abriles, Ramón Rosa, Manuel Curiel, José Litren, Manuel M. Veloz.

Barberos:
Antonio Palma, Laureano Herrera, Bernardo Bitini, Arístides Rojas, Etanislao Prestol Mella, Antonio Mueses.

Pintores:
Pedro de Castro Vigía, Feliz Figuereo, Ramón Arage, A. G. Obregón, J. M: Anzon, Rafael Amiama.

Cocheros:
Pedro S. Atiles, Rosendo Díaz, Luciano Nolasco, Juanico Peña, Antonio Escarré.

Camiseros, Planchadores y Sombrereros:
Carlos Santoní, E. Arredondo, Carlos Vasallo, José Muñoz, M. Llanes Sandoval, Guillermo Garcia Martín, M. E. Padrón, M. Arias, Francisco Santiago, Pedro Costa.

Armeros, Herreros y Ojalateros
Juan G. Larancuent, D. Vásquez, Damián de la Vega, Antonio Baró Pacheco, Miguel Faxas, Abelardo Rosa, Juan Creus, Joaquín Toro, R. Newton.

Chocolateros:
Bernardo Bello, Pablo López, G. Contreras, Herminio Pelaez, Felipe Laucer, Enrique Alonso.

Toneleros:
Carlos Bellnanch, Damian Morey, J. José Cerra.

Plateros:
M. A. Soler, Pedro Robert, Antonio Frias, José de la M. Acevedo.

Oficios Varios:
Juan E. Lebrón, Alejandro Caraquel, Manuel M. Velez, Manuel Caballero, Adán Reyes, J. de J. Brenes, José F. del Billar, R. A. Gotos, Francisco Ozuna, Delfin Torres de la Cruz, M. Camarena.